Los gatos no cazan ratas. Estas mascotas son grandes depredadores domésticos que realizan estragos en la naturaleza, siendo las crías de aves y los reptiles su entretenimiento favorito. La culpa de que prevalezcan antiguas creencias y que los gatos continúen cazando indefensa fauna silvestre no es de nadie más que de sus dueños. Esta cuestión levanta acalorados debates en redes sociales entre defensores de los gatos y defensores de la biodiversidad. ¿Es posible que exista un punto de encuentro? Para ello tenemos que basarnos en los conocimientos actuales y pasar de negar la realidad a aceptar los problemas para solucionarlos.
Los gatos son animales domésticos
Al igual que el perro, es un animal que domesticamos durante nuestra historia evolutiva. Han sido animales admirados por numerosas culturas y ya en el Antiguo Egipto en el 3.000 a.C., el gato se convirtió incluso en una de sus deidades. En España, casi 2 millones y medio de individuos, nos acompañan en nuestros hogares. Son animales domésticos y como tal es en casa donde deben estar. Su instinto cazador no sirve para restaurar ningún equilibrio natural, sino todo lo contrario. A pesar del erróneo concepto que se tiene de este felino, la naturaleza no le necesita como depredador.
Los gatos bien alimentados también cazan
El instinto cazador del gato es independiente de su nivel de saciedad. Por lo que, si salen de casa, cazarán animales independientemente de lo bien alimentados que puedan estar. Necesitan cazar como herramienta de aprendizaje y juego, y la mayoría de las veces, no se comerán la presa o te la llevarán como regalo. Existen opciones de cubrir esta necesidad dedicándole tiempo de juego diario y ofreciéndole enriquecimiento ambiental en casa.

El sitio de un gato no es la calle
Ningún dueño de perro se plantea dejar a su mascota pasearse libremente por la calle cuando le apetece. ¿Por qué esto si se ve normal con los gatos? De esta forma, nuestro gato podría perderse, acabar herido, envenenado o perdido. El mito de que “los gatos saben buscarse la vida en la calle” es falso, en la calle malviven como cualquier otro animal doméstico. Dejar que nuestro gato salga de casa o liberar gatos en el entorno es una irresponsabilidad de cara a la supervivencia del animal así como la de la fauna silvestre.
Los gatos no acaban con las plagas de ratas y ratones
Uno de los mitos más repetidos es que son necesarios en la calle para acabar con los roedores. Pero esta creencia quedó desmentida por un grupo de investigadores en Nueva York. Se estudió una colonia de más de 100 ratas que vivía en una planta de reciclaje en la ciudad, coincidiendo con un grupo de gatos asilvestrados. Una serie de cámaras capturaron todos los movimientos durante un periodo de 79 días. Se analizaron un total de 300 vídeos. Los resultados fueron que, a diario, hasta 3 gatos merodeaban la colonia de ratas. Sin embargo, solo se registraron 20 casos de acecho, y 2 muertes durante todo el tiempo de estudio.
Las principales víctimas de los gatos son animales silvestres
La Academia Nacional de Ciencias de EEUU (PNAS), realizó un estudio comparando las distintas especies introducidas y apunta a los gatos domésticos (Felis catus) como la segunda especie que más extinciones ha causado en todo el mundo. Un estudio de este mismo año (publicado en la revista Mammal Review) estima que únicamente en EEUU, estos animales cazan anualmente entre 1.300 y 4.000 millones de aves, además de entre 6.300 y 22.300 millones de pequeños mamíferos. ¿Impactante, no es cierto?
Además, se contabiliza que en las islas, estos datos podrían encrudecerse aún más. Pensad que, las especies que conviven en ellas, han evolucionado en ambientes libres de depredadores, lo que provoca que no reconozcan a estos como un potencial peligro. En ellas, los gatos, han causado o contribuido a 33 (14%) de las extinciones modernas de aves, mamíferos y reptiles registradas por la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
En Australia, aparte de un gran número de aves, es remarcable el volumen ingente de reptiles cazados por estos felinos asilvestrados. Destaca un estudio publicado en la revista Wildlife Research, en el cual se tomaron 10.000 muestras dietéticas de gatos. Los datos analizados, revelaron que los gatos ingerían reptiles de 250 especies diferentes, 11 de ellas, amenazadas.

El método CES puede ser un punto de encuentro
Captura, Esterilización y Suelta, es la forma en que se gestionan las colonias de gatos en algunas ciudades. La idea es que esterilizando a los individuos, la colonia acabe por extinguirse. El problema es que las colonias suelen incorporar nuevos ejemplares debido al abandono o a los escapes. De esta forma, se entorpece el trabajo de los cuidadores y hacemos flaco favor a la hora de demostrar la eficacia del método CES.
Es el momento de repensar la relación de los gatos y entender que nuestras mascotas pueden ser felices sin necesidad de salir a la calle. Debemos encargarnos de satisfacer sus necesidades en casa, donde no causan daño a otros animales. Su lugar no es en la naturaleza y debemos reducir ética y progresivamente la presencia de gatos callejeros. El problema no son los gatos, sino el desconocimiento del impacto que nuestras mascotas pueden ocasionar sobre la fauna silvestre. ¿Qué consejos aportas para impedir que se den estas cifras?
Bibliografía:
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