Control biológico de la procesionaria del pino II

Al llegar los meses en que la procesionaria del pino comienza a ser molesta en las zonas verdes, comienzan las acciones de fumigación (ciclo de la procesionaria en Control biológico I). Al aplicar estas sustancias en el medio, solo conseguimos aumentar el desequilibrio del ecosistema. Para atajar el problema desde la raíz, existen métodos alternativos que conocemos bajo el nombre de Control Biológico (es decir, control de plagas mediado por depredadores naturales). 

Incentivar la fauna insectívora autóctona que combate de forma natural la procesionaria es todo un acierto. Existen numerosos estudios que confirman su eficacia como controladores biológicos para mantener el equilibrio en los ecosistemas de parques urbanos. ¿El problema? La diversidad de aves insectívoras en los parques urbanos suele ser muy escasa. Esto es debido no sólo al uso prolongado de insecticidas, sino además a la tala de árboles viejos que proporcionan huecos para el anidamiento de estas especies, y la presencia de especies exóticas. De este modo, proporcionando lugares propicios para el anidamiento y el refugio de estos animales, se pretende aumentar sus poblaciones y, por lo tanto, disminuir las densidades de los insectos de los que se alimentan; en este caso, la procesionaria del pino.

Entradas de cajas nido con entrada selectiva para las especies que controlan la procesionaria

Entre las aves insectívoras hay grupos especializados en la búsqueda y captura de las orugas de la procesionaria. Aves de pequeño tamaño dentro de los páridos, cuentan con intrépidos depredadores como el Carbonero común(Parus major), que atrapa a las orugas mientras come entre las hojas de los pinos e incluso abre las bolsas. Se ha descrito que una pareja de carboneros aporta a sus pollos unos siete gramos diarios de orugas (más de 400 orugas). Otras especies de páridos, como el Herrerillo (Cyantes caeruleus) cumplen una función muy similar al carbonero común; el Cuco (Cuculus canorus) es otro pequeño depredador. 

Entre las aves de mayor porte destaca el Críalo (Clamator glandarius), que expulsa los pelos urticantes después de comerse la larva. Cuando esta se entierra, el Mirlo (Turdus merula), rastrea los suelos para localizar y extraer orugas ocultas. Otro depredador es la Abubilla (Upupa epops). Sigue un ritual largo de zarandeo y golpeado reiterado de la oruga cogida con el pico, con el objetivo de conseguir desprender buena parte de los pelos urticantes.  A éstos se les une el Cuervo (Corvus corax) y la Urraca (Pica pica).

Abubilla (Upupa epops), emplea su pico como herramienta.

Pero no solo las aves pueden controlar estas poblaciones. Mamíferos como los quirópteros, nuestros queridos murciélagos, hacen esta labor comiéndose incluso más número de insectos que las propias aves. Estos en cambio, se alimentan de la procesionaria cuando está en fase de polilla. El consumo de estos insectos por parte de los murciélagos consigue disminuir significativamente la abundancia del imago de la procesionaria durante el periodo de vuelo de las polillas, lo que da lugar a una regulación efectiva de esta plaga forestal.

Como cada animal entonces está especializado en una fase concreta del ciclo de vida de la procesionaria, nos viene perfecto para poder controlarla. Por lo tanto, la instalación de cajas nido y refugios de murciélagos  debe considerarse una medida primordial a la hora de prevenir la lucha contra esta especie.

En este contexto, en el año 2019, la Asociación Gaditana para la Defensa y el Estudio de la Naturaleza (Agaden)junto con Ecologistas en Acción (EA), en colaboración con investigadores de la Universidad de Évora (Portugal), inició un proyecto denominado “Plan de Gestión y Conservación de control de plagas forestales por murciélagos” en el Parque Metropolitano de la Marisma de los Toruños y Pinar de la Algaida (PMMTPA).

El detector de ultrasonidos nos permite identificar especies de murciélagos a través de la bioacústica

La finalidad del proyecto es la de favorecer la presencia de estos mamíferos voladores e incentivar su potencial papel de control de la procesionaria del pino. Para ello, se llevó a cabo la instalación de cajas refugio para murciélagos por diferentes zonas del parque, incentivando su asentamiento. En especial, de la especie más abundante: el murciélago de Cabrera (Pipistrellus pygmaeus). De forma paralela, se realizó una monitorización de la actividad de los murciélagos con el fin de determinar la diversidad de especies que alberga el Parque. En julio de 2020 se publicaron los resultados del censo, dando a conocer la identificación de la sexta especie cuya presencia está constatada en el parque, el murciélago Rabudo (Tadarida teniotis), ávido depredador de polillas. 

Este estudio forma parte de una tesis cuyos resultados aún no están publicados, pero que os comunicaremos tan pronto vean la luz. Espero que hayáis aprendido algo nuevo, ¡dejadnos abajo en comentarios qué os ha parecido!

BIBLIOGRAFÍA

Hódar, J. A. (2015). Incidencia de la procesionaria del pino como consecuencia del cambio climático: previsiones y posibles soluciones. Los Bosques y la Biodiversidad frente al Cambio Climático: Impactos, Vulnerabilidad y Adaptación en España. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Madrid, 295-302.

Charbonnier, Y., Barbaro, L., Theillout, A., & Jactel, H. (2014). Numerical and functional responses of forest bats to a major insect pest in pine plantations. PLoS One9(10), e109488.

Junta de Andalucía (2013). Plan de Lucha Integrada Contra la Procesionaria del Pino (Traumatocampa pityocampaDenis & Shiffermüller, 1775) en la comunidad autónoma de Andalucía. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Junta de Andalucía, Sevilla. 

Millán, S. G., Palmero, A. V., & Cañas, I. O. (2014). Estudio de la alimentación de aves insectívoras en parques urbanos como control biológico de posibles plagas. Chronica naturae, (4), 41-50.

ANIDADERAS, A. L. C. Las cajas anidaderas favorecen la diversidad de aves trogloditas, que ayudan a combatir las plagas forestales de insectos desfoliadores.

Pereira, E. P. (2018). La procesionaria del pino. Badajoz Veterinaria, (10), 48-50.

3 comentarios en “Control biológico de la procesionaria del pino II

  1. Araceli Plaza 10 marzo, 2021 — 20:46

    ¡Qué buen artículo! Me ha encantado y creo que este tipo de información debe llegar a la población con el fin de erradicar el miedo existente hacia esta preciosa oruga. No conocía la cantidad de especies (tanto de aves como de murciélagos) que se alimentaban de esta, ¡el control biológico ha sido y es la mejor solución!

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  2. Magnifica la información y descripción de todo el proceso.
    Es imprescindible la divulgación de estos trabajos.Saludos y enhorabuena

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