Como todos los años, la SEO/BirdLife organiza una votación para elegir un ave que será el emblema del año, con el fin de denunciar su situación o los problemas de conservación de aquellos espacios donde habita. La votación popular abierta concluyó el domingo 20 de diciembre con un claro ganador: el gorrión común (Passer domesticus).
Este ave sedentaria se distribuye por todo el planeta y es muy habitual en entornos urbanos pero su población se ha visto disminuida en los últimos años. En España, los análisis indican una caída de más de un 10% respecto a 1998 pero en otros puntos, como es el caso de Londres o Praga, su ausencia resulta preocupante. Las causas del declive no son claras. Entre otros factores, se asocia a la intensificación agraria, el aumento del uso de pesticidas en zonas cercanas a los núcleos urbanos rurales, eliminación de puntos de nidificación o la contaminación.
Es posiblemente considerada el ave más habitual en las urbes, aunque como hemos dicho, ya comienza a desaparecer de muchas ciudades. El gorrión convive con nosotros desde hace siglos, y gracias a ello a podido extenderse a lugares en los que no existía de forma habitual. De hecho, fueron los europeos los que lo llevaron al continente americano tras su conquista. Diversos estudios destacan los beneficios de su presencia en nuestras sociedades: ayudan a controlar plagas, dispersan semillas y son un excelente indicador de nuestra calidad ambiental. Además, ver su característico y nervioso salto o escuchar su canto son algunas de las cada vez más escasas formas de interactuar con el mundo animal en nuestras rutinas diarias.