El ejemplar fue rescatado de una señal de tráfico a la que se encontraba pegado con pegamento. Fue traslado al CREA de San Jerónimo donde finalmente murió a los tres días a causa de una intoxicación sin que pudieran hacer nada por él.
Un grupo de viandantes encontró pegado a una señal de tráfico el pasado 28 de diciembre a un búho chico (Asio otus) en una calle de La Algaba. Después de que ellos mismos tuvieran que hacerse cargo del rescate del búho, trasladaron al animal al día siguiente al Centro de Recuperación de Especies Amenzadas (CREA). Hace unos días, nos llegó la noticia de que su final no fue el esperado.
“Está desplumado y con la piel levantada en algunas zonas de haber estado intentando escapar de la señal” avisó su rescatista antes de entregarlo. Allí en el CREA comenzaron el proceso de limpieza del plumaje, para lo que tuvieron que emplear un producto anti pegamento para las patas y cortar las plumas afectadas en el resto del plumaje.
El responsable del CREA contó a Ecourbe que “parecía que saldría para adelante, pero fue decayendo y a los tres días murió”. La causa fue la intoxicación por pegamento, probablemente por la ingesta de sustancias tóxicas cuando intentó zafarse de la situación en la calle. El responsable también comentó que tienen el producto para limpieza de pegamento en el centro porque no es la primera vez que les llegan aves impregnadas en esta sustancia.
El búho chico está incluido en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas como “De interés especial” y es un ave de hábitos estrictamente nocturnos y más bien forestales, por lo que tener un ejemplar en un área urbana debería considerarse motivo de orgullo para los vecinos, no una razón para hacerle daño. La noticia de su rescate fue publicada en el Facebook de la asociación medioambiental Ecourbe y El Correo de Andalucía hizo eco de los hechos. El post fue compartido por 512 personas y tuvo un alcance de 67.502 personas en unos días. La indignación entre los internautas fue generalizada ante la poca sensibilidad humana y ante el hecho de que estos actos vandálicos contra los animales queden impunes.
Las aves urbanas en Sevilla, una riqueza poco valorada
Sevilla es la cuidad Europea con mayor diversidad de aves gracias a su río y a sus pulmones verdes. Especies insólitas en su catedral como los cernícalos primillas o halcones peregrinos que vigilan desde lo alto, conviven con nosotros en el día a día de ruido y asfalto. En una época en la que más del 80% de la humanidad vive en ciudades (Calles aladas, 2010) la presencia de esta diversidad urbana supone uno de los pocos contactos del ciudadano con la naturaleza.
Sin embargo, la actual crisis de biodiversidad también está afectando a las especies de la urbe. No dejamos cabida a las aves en nuestra ciudad, les dificultamos la nidificación y las negamos lugares de cobijo. Muchas especies comienzan a ver disminuido su número ante la falta de espacio. La sociedad reclama una actuación, pero son los ayuntamientos los que tienen la última palabra. Para afrontar estos problemas, nació la asociación Ecourbe, la cual se dedica a la divulgación ambiental y promueve el conocimiento de las aves urbanas, además ha escrito varios proyectos de conservación de fauna en los que se incluye una mejora de la gestión verde para la ciudad de Sevilla.