Ayer fue una de las noches más esperadas para el cine, también para muchos fans de Leonardo DiCaprio, que esperaban con ansia que ganara el merecido Oscar. Lo que nadie esperaba era que dedicaría sus minutos en el estrado para lanzar un mensaje de reflexión sobre la forma en que estamos tratando al planeta en este siglo.
La película por la que ha sigo galardonado como mejor actor es El Renacido. Esta película transcurre en el clima boreal de América del Norte, siempre en un entorno frío y nevado, y en principio tenía que haber sido filmada sólo en un extensa área cerca de Calgary, en Canadá, incluyendo una escena rodada en el vecino estado de Montana, en los EE.UU. Pero debido a la falta de nieve, la producción tuvo que ir hasta la Patagonia argentina para completar la fotografía principal. El actor quiso reflejar este hecho como hecho apremiante de los afectos del cambio climático y así lo expresó cuando recogió el Óscar:
«El renacido era sobre la relación del hombre con la naturaleza, una naturaleza que todos sentimos en 2015 como el año más cálido que se ha registrado. Nuestra producción se tuvo que trasladar al punto más al sur de este planeta solo para poder encontrar nieve.»

DiCaprio, que se define como «actor y ecologista» en su cuenta de Twitter , ha mostrado ya varias veces a lo largo de su carrera su implicación en temáticas medioambientales. De hecho, la fundación con su mismo nombre tiene como finalidad «trabajar por la salud y el bienestar de todos lo habitantes de la Tierra».
Además el actor es productor de la aclamada película documental Cowspiracy, en la que se tratan los dañinos efectos de la industria ganadera al medio ambiente. La industria cárnica es responsable del 18% de la emisión de gases de efecto invernadero y es la causa principal de contaminación mundial por encima del sector transporte.

Tras recibir su Oscar, en la rueda de prensa posterior a la ceremonia, DiCaprio fue preguntado por su decisión de dedicar buena parte de su discurso a hablar del calentamiento global, y respondió que «quise hablar de la mayor crisis existencial que ha vivido nuestra civilización» porque se encontraba sobre una plataforma que le permitía dirigirse a «millones de personas». «El momento de actuar es ahora. Es imperativo que lo hagamos», insistió el actor. «Tengo la sensación de que hay un reloj que hace tic-tac, y que es muy urgente que seamos proactivos ante esta amenaza».
El final de su discurso ecologista en la gala 2016 rezaba así:
«El cambio climático es real, está ocurriendo ahora mismo. Es la amenaza más urgente a la que se ha de enfrentar nuestra especie. Necesitamos trabajar juntos y dejar de procrastinar. Necesitamos apoyar a los líderes de todo el mundo que no hablan en nombre de las grandes corporaciones contaminantes, sino de toda la humanidad, de los pueblos indígenas, de los miles de millones de personas desfavorecidas que serán las más afectadas por todo esto, de los niños y de toda esa gente cuyas voces han sido ahogadas por la política de la codicia. Gracias a todos por este premio increíble de esta noche. No demos el planeta por sentado. Yo no doy esta noche por sentada.»