ALCALDE, QUITE ESE ÁRBOL, LAS HOJAS CAEN EN MI JARDÍN
Ahora que estamos en época de poda, queremos poner en el punto de mira todas esas campañas entre las que
también se intercala “sin querer” alguna tala. Para que talar un árbol sea legítimo, se debe presentar un informe detallado que explique los motivos por los que se procede y éste debería estar a disposición de quién lo solicite. Pero la realidad es que pocas veces sucede así, y esto unido al desmoche en forma de mutilación que se les realiza a los árboles, hace que la ciudad acabe siendo el lugar en que menos se respeta la vegetación. El lugar perfecto para las talas encubiertas como podas.
Entendemos la necesidad de realizar podas para el mantenimiento, pero la práctica del desmoche o descopado (poda indiscriminada de las ramas) realizada para limitar molestias producidas por el tamaño de un árbol no soluciona ningún problema, ya que hará al árbol más peligroso e inestable a largo plazo, o lo que es más probable, lo llevará a su muerte al dejarle tan reducida su parte aérea. Igualmente entendemos la necesidad puntal de quitar un árbol que cause molestias al vecindario, pero esto no debería ser la norma. En el aljarafe un vecino quiere quitar los naranjos porque le molesta el olor a azahar, igual alguien propone quitar los olivos porque les tiene alergia, y otra persona los nidos porque no quiere excrementos de aves, y otra los gatos porque no le gustan….
Quizás lo que hay es que ser un poco más tolerante y tener un poco más de civismo, porque si a alguien le molestan las hojas secas que caen en su calle, posiblemente le molesten más los 40º al sol que le van a caer en verano.
ECOURBE 